A Diego Rico y a su novio Edward Gutiérrez les impidieron
donar sangre por ser homosexuales. Esto ocurrió a principios de este año en el
banco de sangre de una clínica de Cali. Pese a que ambos explicaron al personal
médico que son una pareja estable y monogámica, que usan de manera adecuada el
condón en cada relación sexual, no lo lograron.
Han pasado casi 11 meses y Diego recuerda lo ocurrido: “Nos
sentimos humillados, como si nuestra sangre pudiera considerarse como sucia por
causa de nuestra orientación sexual. De alguna forma, sentíamos que para el
Estado colombiano éramos sujetos peligrosos y que, en consecuencia, se nos
debía impedir participar de ciertos procesos sociales y ser solidarios”.
La pareja interpuso derechos de petición ante la clínica, el
Instituto Nacional de Salud (INS) y el Ministerio de Salud con el fin de
conocer las razones de la exclusión. Luego interpusieron una acción de tutela
con el fin de que se les garantizaran sus derechos fundamentales: igualdad, no
discriminación, libre desarrollo de la personalidad, dignidad humana, derechos
sexuales y reproductivos.
Estas acciones jurídicas de la pareja caleña ya dieron un
resultado. El pasado 6 de septiembre el INS publicó el nuevo lineamiento
técnico para la selección de donantes de sangre en Colombia y entre los cambios
está la modificación del punto 12 del formulario, es decir, ya no se le
pregunta a los hombres si han tenido relaciones sexuales en los últimos 12
meses con otros hombres o con mujeres trans.
“Costaba mucho creer que en pleno siglo XXI en Colombia
estuviesen en pie normas sanitarias que tenía como propósito la donación de
sangre de algunas personas basándose en aspectos identitarios y no sobre el
estado de salud actual de las personas donantes”, dice Juan Felipe Rivera,
coordinador de Litigio de Colombia Diversa.