Una niña de 9 años fue víctima de abuso sexual y cuando las
autoridades de Ciudad de México lo arrestaron a su padrastro, el principal
sospechoso, y a la madre de la niña, ambos culparon al perro de la familia del
escabroso hecho.
La madre de la menor, identificada como Adriana Bautista,
llevó a su hija a un hospital en Tláhuac, donde dijo que la pequeña tenía
varias lesiones en su cuerpo que indicaban un abuso sexual.
Sin embargo, el personal médico no le creyó y dio aviso a las
autoridades. El hombre fue detenido y, en un interrogatorio, él y su pareja
aseguraron que la responsable de abusar sexualmente a la pequeña había sido la
mascota de la familia.
No obstante, la pareja se contradijo en varias oportunidades
y, finalmente, Bautista confesó que el agresor fue el padrastro de la niña.
Pese a ello, funcionarios de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de
México confiscaron al perro de la familia para “ realizarle estudios médicos”.
Por el momento, el ente judicial no emitió reportes sobre el
caso.
La victima del abuso sexual permanece hospitalizada.