La megalópolis de Sao Paulo suspendió las fiestas de año nuevo tras confirmar tres casos de la variante ómicron de coronavirus, una medida tomada por otras capitales para evitar la propagación de esa cepa pero que pone en duda la realización del célebre carnaval de Brasil.
Con esa
decisión, ya son al menos 16 de las 27 capitales que no tendrán festejos masivos
para recibir el 2022, entre ellas Recife, Porto Alegre y Brasilia, donde este
jueves fueron confirmados otros dos casos de la variante ómicron, con lo que ya
suman cinco en Brasil.
Rio de
Janeiro, por ahora, mantiene en pie su famosa fiesta, a la que acuden unas 3
millones de personas en la playa de Copacabana.
La
gobernación de Sao Paulo, el estado más poblado del país, con más de 46
millones de habitantes, también anunció que, por recomendación del Comité
Científico, «se mantendrá la exigencia del uso de máscara en espacios
abiertos».
«Hay
incertidumbres sobre el impacto de la variante ómicron en vísperas de fin de
año. Los periodos de Navidad y Réveillon suelen provocar grandes
aglomeraciones, lo que facilita la transmisión de enfermedades respiratorias
como el covid-19», explicó el Comité en una nota de la gobernación.
La
determinación, que volverá a ser evaluada a finales de diciembre, aplazó una
vez más el fin del uso obligatorio de máscaras en espacios abiertos en ese
estado, donde debía comenzar el 11 de diciembre.
«Todos los
números demuestran que la pandemia está retrocediendo en Sao Paulo, pero vamos
a optar por la precaución», dijo en twitter el gobernador, Joao Doria.