Ovidiu Rosu
es un veterinario de profesión que conducía por una carretera en Bucarest,
Rumania. En estas inmediaciones observó que, en el medio de las dos vías, se
encontraba una perrita debajo de la barandilla, mostrando demostraciones muy
enmarcadas de temor.
Aunque el
profesional de la salud de los animales se encontraba cumpliendo con deberes
familiares, decidió hacer un alto en su trayecto para socorrer a esta
asustadiza perrita.
Algunos
conductores pensaron que se trataba de un percance automotor y al percatarse de
la razón de la de la pausa, tomaron algunas fotografías del pequeño rescate.
La razón de
la negativa posición de la canina se desconoce. Quizás en un momento
determinado decidió pasar al otro lado de la vía y se vio en aprietos por el
implacable tránsito de vehículos.
Para poder
tomarla, Rosu debía ganarse su confianza, para que esta no tomara una posición
desconfiada que la expusiera a una desafortunada eventualidad.
«Debe haber
sido echada a su suerte justo al lado de la autopista, y al tratar de cruzarla,
debe haber tenido demasiado temor para llegar al otro lado». Mencionó Rosu
pensando en las posibilidades por la cual estaba la canina en esa posición.
«La parte
más difícil fue ganar su confianza cuando me acerqué a ella, lo último que
quería era que se asustara y corriera en medio del tránsito. Por suerte, me las
arreglé para acercarme con facilidad. Ella es realmente una perrita
encantadora» mencionó el héroe improvisado.
Luego la
subió al coche y la canina se relajó. Ovidiu llamó a la perrita Berta, y ahora cuida
de ella en su casa hasta que encuentre un hogar para siempre.
La perra
pasó de estar al borde de un desafortunado destino a tener una vida con
completo sentido y haciendo feliz a los demás.