La Fiscalía General demostró con elementos materiales de
prueba que la capturada y su pareja, que vivían en Cáqueza (Cundinamarca)
golpeaban constantemente al menor por tener un comportamiento hiperactivo.
En la versión entregada a los investigadores, los procesados
confesaron que la muerte del niño se produjo por la caída de unos bultos de
alimento concentrado en su cuerpo, sin embargo, los investigadores
establecieron que se trataba de una coartada para ocultar el homicidio.
El dictamen médico legal determinó que el bebé fue ingresado
a un centro hospitalario con muerte cerebral y múltiples fracturas en su
cuerpo. También lograron establecer que el niño presentaba mordeduras en su
cuerpo provocadas por un humano.
Según los empleados de la finca donde vivían los
sentenciados, el niño recibía constantes maltratos por su comportamiento
hiperactivo, sumados a los trastornos de comportamiento de la pareja durante su
convivencia.
La captura se hizo efectiva por parte de la Fiscalía
seccional Cundinamarca, con el apoyo del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI)
de Floridablanca (Santander), y la Policía Nacional. La mujer fue hallada
responsable, junto con su pareja, de golpear a su hijo hasta provocarle la
muerte en hechos registrados el 2 de septiembre de 2015 en Cáqueza,
Cundinamarca.
La Fiscalía logró recaudar material probatorio aportado en el
juicio, basado en declaraciones de testigos, además de los exámenes médicos y
forenses practicados al cuerpo de la víctima. La mujer fue enviada a la cárcel
el Buen Pastor en Bogotá.