Marlon Javier Gaviria Montes, capturado por el asesinato de la comerciante Ligia Claros en Pitalito, confesó quienes habrían participado en los hechos. Señaló que se había planeado era un robo. “Teníamos la información que ahí había buena plata en efectivo… no se me cruzó por la cabeza que resultara alguien muerto y por eso es que quiero aclarar las cosas”, dijo el hombre a las autoridades.
“Ninguno de
nosotros había hablado de matar a nadie, por eso ninguno llevaba cuchillos o
pistolas y como eran dos viejitos…”,
reveló a las autoridades Marlon Javier Gaviria Montes, investigado por
su participación en la muerte de la comerciante Ligia Claros y en millonario
robo en efectivo en su vivienda en el municipio de Pitalito el pasado mes de
julio de 2022.
La confesión
del hombre, mecánico de motocicletas, fue hecha horas después de su captura a
los investigadores que ante las pruebas recolectadas horas después del crimen
de la mujer lograron la detención de tres de los presuntos implicados en los
hechos perpetrados el 7 de julio en horas de la mañana.
Las primeras
capturas fueron las de Marcos Sidulfo Arias Ordóñez, alias el ‘Flaco’; Marlon
Javier Gaviria Montes, alias ‘El Cojo’ y
Carlos Andrés Álvarez Carvajal, alias ‘Mono’, quienes deberán responder ante la
justicia por los delitos de homicidio agravado en concurso con hurto calificado
y agravado, cargos que les imputó el Fiscal 24 Seccional de Pitalito.
Gaviria
Montes, de 37 años de edad, contó a los investigadores no solo quienes
participaron en los hechos sino cómo y dónde se planeó el robo que le iban
hacer a los esposos Ligia Claros y Gabriel López, quienes vivían en la calle 6
con carrera 3 en el barrio Centro en el Valle de Laboyos.
“Es mi deseo
contar lo que pasó, aclarar mi participación así como dar a conocer los nombres
de cada una de las personas que intervinieron y lo que cada una de ellas
hizo…”, expresó el hombre a los investigadores, al señalar que su preocupación
era que la Fiscalía “me está achacando la muerta”.
Marlon
Javier sostuvo que esa mañana transportó en la motocicleta a “Carlos Sidulfo” y
el plan era que junto con “Ana Milced Suárez, Juan Daniel Cortés íbamos a ir a
esa casa a robarlos porque teníamos la información que hay había buena plata en
efectivo”.
Indicó que
Ana Suárez el día antes de los hechos manifestó que la “vuelta” era entregando
una ancheta para que abrieran la puerta “ella sabía que en el segundo piso a
esa hora iban a estar los dos viejitos solos”.
Sostuvo que
su participación en los hechos era acompañar a sus cómplices y manejar la moto.
“Yo me quedé con Sidulfo sentados en la moto viendo desde el semáforo de la
esquina el momento en que Ana y Juan Daniel golpearon la puerta con la ancheta
y vi cuando un hombre de edad avanzada les abrió y ellos de una vez se
metieron”.
Marlon
Javier Gaviria Montes en la audiencia de imputación de cargos ante la juez
segunda de garantías de Pitalito que ordenó la medida de aseguramiento en
centro carcelario.
Agregó que
al ingresar la pareja él condujo la motocicleta hasta el frente de la
casa. “Sidulfo me dijo hágale y parqueé
frente a la puerta de la casa, Sidulfo entró y cerró la puerta. Pasaron uno 10
a 15 minutos…”.
Señaló que
después llegaron en una moto NS color rojo, “José Javier Carrillo, a quien
conozco como ‘Mono’, y el hijo de Ana que le dicen ‘Junior’, tengo entendido
que se llama Junior Suárez. No me di cuenta quien les abrió la puerta a José
Javier y a Junior, pensaría que fue el mismo Sidulfo”.
Recordó que
pasados unos 10 o 15 minutos salieron “Ana Milced y José Javier acompañados de
Sidulfo. Sidulfo llevaba un maletín atrás, las herramientas y se fueron los
tres en la moto NS 200 roja”.
Marlon
Javier indicó a los investigadores que después salió de la casa “José Daniel
con la misma ancheta, pero dentro de una tula, se montaron en la criptón y se
fueron. Al ver que todos se habían ido supuestamente con la plata me fui para
la casa en la moto AX-100, APH34B que Carlos Sidulfo me pasó”.
El hombre
sostuvo que el plan era que ellos se fueran para Acevedo “para no dar papaya”
en Pitalito y luego se contactarían con él para darle la parte del botín, sin embargo,
esa comunicación nunca se dio. “A mí no me han dado un solo peso del robo…”.
Señaló que
entró en pánico al enterarse al día siguiente del robo, de la muerte de la
comerciante. “Me enteré que en el lugar del robo habían matado a una señora, me
asuste porque ninguno de nosotros había hablado de matar a nadie, por eso
ninguno de nosotros llevaba cuchillos o pistolas ni nada y como eran dos
viejitos no se me cruzó por la cabeza que resultara alguien muerto y por eso es
que quiero aclarar las cosas. Mi temor es que yo salga pagando un muerto,
cuando yo jamás hablé con nadie de matar una persona…”.
Precisó que
no tiene información de lo que ocurrió en la casa. “No me consta lo que pasó a
dentro de la casa, yo no sé cómo murió la señora Ligia, quién la mató, ni por qué. A mí nadie
me lo ha dicho, yo no he hablado con ellos, me imagino que al saber que mataron
a la señora les dio miedo y se perdieron, los volví a ver cuándo nos
capturaron, pero nada hablé con ninguno de ellos, yo estaba era asustado y sigo
asustado”.
Tomado de La
Nación