Sicarios persiguieron por varias cuadras a mujer para asesinarla a tiros

Los hechos se registraron en un popular barrio de la ciudad, las autoridades avanzan en la investigación. La víctima tenía 35 años y era comerciante de ropa y oro.

Al caer la noche del miércoles 14 de septiembre en la capital nortesantandereana, la zozobra y angustia se apoderó de la ciudadanía luego de que se presentara un ataque sicarial donde fue asesinada una mujer en un popular barrio de la ciudad.

Este hecho de sangre se registró sobre las 5:00 de la tarde, cuando Flor Johana Palencia Sandoval, de 35 años, fue interceptada por dos hombres, cada uno en una motocicleta, mientras ella se movilizaba en su carro Mazda Tres, rojo, de placa UDU-679.

Esta mujer fue baleada por uno de los sujetos, quienes una vez estacionado el vehículo en la avenida 8E, entre calles 11 y 12 B del barrio La Riviera, de Cúcuta, a inmediaciones de una reconocida clínica estética, fue impactada de tres tiros en la cara.

Las autoridades, luego de la alerta de la comunidad, arribaron a lugar para sacar a la mujer del automóvil y trasladarla a un centro asistencial en una ambulancia. Sin embargo, la víctima no resistió y falleció.

De acuerdo con la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), Palencia Sandoval, quien se desempeñaba como comerciante de ropa y oro, se dirigía a este centro estético para asistir a una cita de control, la cual estaba programada luego de que un mes antes se había realizado una cirugía.

“Se dispuso de un equipo de investigadores quienes adelantaron los actos urgentes, identificaron personas, vehículos a través de las imágenes del circuito cerrado de televisión, se han recolectado diferentes testimonios con el fin de esclarecer las circunstancias de tiempo, modo y lugar que llevaron a este lamentable hecho”, aseveró el coronel Juan Carlos Ramírez Chaves, comandante (E) de la Mecuc.

Por su parte, la Brigada Interinstitucional de Homicidios, también hizo presencia en el lugar de los hechos para adelantar las investigaciones, revisar cámaras de seguridad de los establecimientos y recolectar alguna información que les permita dar con los responsables.

Sin embargo, lo único que se pudo establecer fue que un hombre que vestía una franela blanca, mangas oscuras, bluyín azul, tenis oscuros, habría sido quien cometió el crimen. Mientras que su acompañante lucia una franela, una pantaloneta y ambos portaban un casco de seguridad negro.

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