Todo inició en 2017, cuando los padres de un pequeño lo
llevaron a una consulta y las mujeres dictaminaron que debían extraerle una
muela. Pero, el niño salió del consultorio sin once piezas dentales.
De acuerdo a la investigación, solo dos debían ser retirados.
En el proceso judicial, los padres dijeron que a partir de
esto el niño comenzó a tener problemas, puesto que no se podía alimentare bien,
por lo que bajó de peso, afectando su rendimiento escolar.
Incluso, fue blanco de burlas por parte de sus compañeros, lo
que desencadenó en daños psicológicos.
Definitivamente, la justicia encontró culpables a María
Romina Pellice, de 37 años, y a María Gabriela Puigdengolas, de 44. Ambas
recibieron una condena de un año y seis meses de prisión, así como tres años de
inhabilidad para ejercer su profesión. Este hecho se dio en Argentina.