Una semana de diversión hicieron pensar a la mujer que sus intensos dolores de cabeza eran producto de la resaca. Sin embargo, cuando regresó a su casa, los síntomas empeoraron y los médicos le dieron un año de vida.
Al terminar el viaje, su estado empeoró. "Durante las primeras dos o tres noches me sentí absolutamente bien. Todos estábamos pasando el mejor momento", expresó la joven al medio.
No obstante, empezó a sentirse mal y creyó que se debía a las fiestas. "No bebía tanto ni salía tanto. Pensé que, tal vez, podría ser una resaca. Me sentí mal. Ahora miro hacia atrás y pienso que claramente no estaba bien", dijo.
De regreso en su casa, la joven se sintió cada vez peor, los dolores de cabeza eran más intensos. "La presión en la parte posterior de mi cabeza era terrible. Siempre he sufrido migrañas, pero nunca hasta ese punto", afirmó.
Lo que verdaderamente empeoró la situación fue cuando su ojo izquierdo se desvió y, de inmediato, prendió todas las alarmas de que su salud no estaba bien.