La demostración de amor y lealtad ocurrió en las calles de Taguatinga, a 21 kilómetros del centro de la capital federal de Brasil.
El personal de la ambulancia se percató que un perro callejero corría al pie del vehículo, por lo que el chofer decidió parar y el animal se subió tranquilamente a acompañar al paciente.
El personal de la ambulancia se percató que un perro callejero corría al pie del vehículo, por lo que el chofer decidió parar y el animal se subió tranquilamente a acompañar al paciente.