Las autoridades
determinaron que el niño de 11 meses murió por “asifixia mecánica por
estrangulamiento” a manos de Juan Gabriel Zacarías.
Un Juzgado de
Guatemala decidió este martes condenar a 50 años de prisión a un hombre por
asesinar a su hijo para no hacerse cargo de su manutención, informaron hoy
fuentes judiciales.
La Fiscalía de
Distrito de Chiquimula del Ministerio Público (MP) documentó las pruebas que le
presentó al tribunal, que emitió la sentencia condenatoria contra Juan Gabriel
Zacarías Ramos, quien fue encontrado culpable de un delito de parricidio.
Según el fallo, el
parricidio ocurrió el 8 de octubre de 2018 en la comunidad Plan del Guineo y se
cree que el crimen lo cometió el ahora condenado "para evitarse el pago de
la manutención del menor".
En la escena del
crimen las autoridades localizaron el cuerpo de un niño de 11 meses de edad
que, según el informe médico forense, murió "debido a asfixia por
estrangulamiento".
Ante las pruebas, el
Tribunal de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente de
Chiquimula encontró al hombre -que había sido capturado días después mediante
una orden de aprehensión en el barrio El Escopetazo de San Juan La Ermita, en Chiquimula-
culpable de un delito de parricidio.
De acuerdo con Unicef,
en Guatemala dos niños fallecen al día a causa de la violencia, otros 40 se
quedan huérfanos, unos 35 sufren maltrato, 17 desaparecen, 15 son detenidos y
23 son víctimas de abusos sexuales, lo que se traduce en que 6 niñas dan a luz
a diario bebés tras una violación.
Además, cada día se
reciben 132 denuncias contra la niñez, 6 de cada 10 estudiantes tienen miedo a
ir a la escuela, 5.000 están institucionalizados a pesar de que el 94 por
ciento tiene algún recurso familiar y 300 migran a México y Estados Unidos para
huir, además de la violencia, de la falta de oportunidades o buscando la
reunificación familiar.
El Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) dijo en el año 2006 que la violencia
le cuesta al Estado de Guatemala unos 18.000 millones de quetzales al año
(2.340 millones de dólares), una cifra que equivale a más del doble de los
recursos asignados a los ministerios de Salud, Educación y Agricultura.