El gesto del trabajador
ablandó el corazón de los delincuentes.
Un hecho insólito, de
esos que ocurren pocas veces, pasó en Karachi, Pakistán.
Allí, dos ladrones
robaron a un domiciliario, quien no aguantó y se puso a llorar.
Este gestó ablandó el
corazón de los delincuentes, quienes le devolvieron lo que le habían quitado,
según un video que reporta la televisión paquistaní.