A juicio oral fueron llamados dos guardas de la Secretaría de Movilidad de Neiva, por su presunta responsabilidad en la petición de dinero a un conductor infractor.
Se trata de
Wilson Javier Joven Vargas, Oscar Onias Charry Castro y el particular Jhon
Fredy Iñiguez Rico, quienes deberán responder ante la justicia por el delito de
concusión que de ser hallados culpables se enfrentan a una pena entre 8 y 15
años de prisión y una multa mínima de 66.66 salarios mínimos legales mensuales
vigentes y una máxima de 150 salarios mínimos legales mensuales vigentes.
La
investigación contra los servidores públicos se originó con la presunta
irregularidad que habrían cometido el 5 de julio de 2014 con la inmovilización
de un carro a la una de la madrugada.
El fiscal en
el escrito de acusación manifestó que los patrulleros Joven Vargas,
identificado con el código delta 52 y Charry Castro con el código delta 2, en
la Avenida Circunvalar con calle 20 de Neiva, observaron el vehículo Peugeut,
de placa GGZ-327, recostado en el muro del separador de la vía.
“Tenía el
brazo delantero izquierdo suelto, quedando la llanta delantera zafada y
atravesada”, explicó el delegado de la Fiscalía, al señalar que el automóvil
era conducido por Nicolás Tamayo “en estado de embriaguez”.
Los dos
guardas de tránsito solicitaron al conductor los documentos del vehículo, quien
manifestó que no los tenía “entregó al patrullero Oscar Onias el pase y la
licencia de conducción del propietario…”.
Mientras que
el guarda devolvía los documentos y retenía la licencia de conducción, el
patrullero Joven Vargas, tomaba la muestra de alcoholemia a Arias Tamayo. “Le
ponía el aparato que mide el grado de alcohol en la boca a Nicolás Arias para
que soplara y luego le hicieron firmar el desprendible que salía del
aparato…resulto positivo en grado 3 de consumo de bebidas embriagantes”,
sostuvo la Fiscalía. El vehículo fue trasladado a los patios de tránsito en la
grúa, de placa VOV-976.
$3 millones
El fiscal
del caso precisó en la acusación que los guardas Joven Vargas y Charry Castro
le “solicitaron dinero o indujeron a Nicolás Arias Tamayo por intermedio de un
tercero, Iñiguez Rico, a que les diera la suma de tres millones de pesos”.
El dinero
era para cambiarle o entregarle el parte y devolverle la licencia de conducción
de González a Arias Tamayo. “La Fiscalía cuenta con evidencia…”, señala la
acusación del fiscal.
Agregó el
delegado del ente acusador que cuenta con evidencia que el 8 de julio de 2014,
se reunió Iñiguez Rico con Joven Vargas, quien le entregó la licencia de
conducción de González para que se la devolviera a Nicolás Tamayo. “Le advirtió
(Joven Vargas) que no tenía datos para hacerle el comparendo a Tamayo y se
comprometió a colaborarle para que le hicieran un parte por vehículo abandonado
y no por embriaguez como se había hecho e impuesto”.
Precisó el
fiscal que Nicolás al enterarse de la solicitud de los 3 millones de pesos y
que debía llevárselos a Iñiguez Rico, denunció la irregularidad ante el Gaula
de la Policía, quien montó un operativo y el 8 de julio de 2014 en el barrio
Los Andes en la carrera 17 a las 10:05 de la mañana.
Allí fue
capturado Iñiguez Rico en el momento que recibía de manos de Arias el paquete
que simulaba los 3 millones de pesos. “Se le incautó la licencia de conducción
a nombre de Ricardo González que le había sido retenida por parte de los
agentes de tránsito a Nicolas Arias…”, indicó el fiscal.
Precisó que
el comparendo impuesto por los patrulleros de tránsito Joven Vargas y Charry
Castro, relacionado con la inmovilización del automóvil, con un parte de
$14.784.000, el 5 de julio de 2014, se registró y sistematizó en las oficinas
de tránsito de Neiva, hasta el 8 de julio a las 11:01 a.m. por el agente Joven
Vargas “esto es, tres días después de la inmovilización del vehículo y 56
minutos después de que fuera capturado Jhon Fredy Iñiguez Rico cuando recibía
el paquete que simulaba los 3 millones de pesos”.