En Pitalito fueron decomisados 180.000 dólares a un joven
pasajero en el aeropuerto ‘Contador’ de Pitalito y no provenían de bandas
criminales ni de actividades asociadas al narcotráfico.
El dinero extranjero, procedente del Departamento del
Putumayo, inicialmente asociado a grupos armados que operan en la zona,
desapareció días después, misteriosamente, cuando estaba en poder de la
Policía, encargada de su custodia.
Ahora, dos años después, la propia institución y la Fiscalía,
tendrán que responder por la fabulosa suma de dinero, transportado en bolsas
para la basura, escondidos en una chaqueta y en las plantillas de zapatos
deportivos. Increíble pero real. El millonario hallazgo se produjo el viernes
21 de diciembre del 2018.
El decomiso fue realizado a la 1:40 p.m. en el terminal aéreo
cuando Redín Diomedes Guevara Meneses, procedente de La Hormiga (Putumayo)
realizaba el respectivo ‘check in’. El muchacho, informalmente vestido, se
aprestaba a abordar un avión de Satena que cubría la ruta Pitalito-Bogotá.
Los dos agentes Aldemar Serna Mora y John Angulo Useche
encontraron el dinero camuflados en bolsas de plástico mientras realizaban
revisión de equipajes de bodega. Los dos policías hallaron camuflados tres
paquetes que contenían 1.579 billetes de 100 dólares. El pasajero sacó de sus
partes íntimas otro paquete con las mismas características y lo entregó
voluntariamente a los dos uniformados. Además, llevaba escondidos en las
plantas de los zapatos tenis otros 220 billetes de 100 dólares. En total, le
decomisaron 180.000 dólares (unos 500 millones de pesos aproximadamente) y 1,35
millones de pesos.
Guevara Meneses, de 25 años, no pudo explicar el origen del
dinero. En principio, las autoridades estimaron que el dinero, estaría
relacionado con actividades ilícitas. El Juzgado Primero Penal Municipal de
Pitalito con funciones de control de garantías legalizó la captura y dispuso su
retención. La Fiscalía finalmente le imputó cargos por el delito de lavado de
activos en concurso heterogéneo con enriquecimiento ilícito de
particularidades. El imputado no aceptó los cargos y fue remitido a la cárcel
de Pitalito.
Las sorpresas
Cuando se creía que el caso terminaría en condena, llovieron
las sorpresas. El 13 de mayo de 2019 el Juzgado Décimo Penal Municipal con
funciones de control de garantías de Neiva lo dejó en libertad bajo caución
prendaria. Siete meses después, el 16 de diciembre de 2020, sorpresivamente, la
Fiscalía Cuarta Especializada radicó una solicitud de preclusión.
¿Qué pasó? ¿Y el dinero?
El dinero decomisado fue trasladado al laboratorio regional
de Policía No. 2 con el fin de verificar su autenticidad, lográndose establecer
por parte del perito que se trataba de moneda original en la suma de 180.000
dólares. La Fiscalía solo consignó el dinero en moneda colombiana en un título
de depósito a nombre de la entidad por un valor de 1,35 millones de pesos. Las
autoridades decretaron sobre esta suma la extinción de dominio. Los dólares,
misteriosamente desaparecieron del almacén transitorio de evidencia, dispuesto
para su custodia en Pitalito.
El robo solo fue reportado 26 días después. El dinero nunca
apareció. Por el robo de los 180.000 dólares, la Fiscalía 28 Seccional de Neiva
inició una investigación por delitos de hurto y peculado. La Policía removió a
por lo menos 25 agentes. Las autoridades han mantenido hermético silencio sobre
este espinoso robo. La Fiscalía tampoco ha reportado avances para determinar el
destino final de esa divisa decomisada y los posibles responsables. Los dólares
fueron puestos en cadena de custodia en las instalaciones de la Seccional de
Investigación Criminal con sede en Pitalito donde desaparecieron. El robo fue
reportado el 16 de enero de 2019.
Los comerciantes, dueños del dinero, demandaron
administrativamente a la Policía y a la Fiscalía General de la Nación para que
respondan por el dinero que se robaron cuando estaba en custodia en las
instalaciones de la institución. “Las demandas ya fueron instaladas porque el
dinero fue robado cundo se encontraba en custodia de la Policía. Lo cierto es
que los 180 mil dólares no aparecen no hay responsables”, explicó el abogado
Sheiber Cuenca. “Por estos hechos, la Policía como la Fiscalía adelantan las
investigaciones contra los uniformados encargados de la custodia. Hasta la
fecha no se conocen los resultados”, precisó.
Viraje
Luego de adelantar una detenida investigación sobre el origen
de los dólares incautados en Pitalito, el caso tomó un viraje inesperado. La
Fiscalía confirmó que el dinero incautado pertenecía a Noraida Francisca
Guevara Meneses, hermana del investigado. Además, concluyó que el dinero no
provenía de actividades ilícitas, como se pensó inicialmente, sino que eran el
fruto de su trabajo en los establecimientos de comercio de su propiedad y de su
esposo Uriel Ramírez Giraldo. Los comerciantes en realidad aparecen registrados
como los dueños de los establecimientos de comercio denominados El Terremoto de
la Promoción CyG, Terremoto de la promoción CyG1, Terremoto Calzado, y El
Terremoto Compra y Venta de Divisas ubicados en La Hormiga Putumayo. Además
estos establecimientos comerciales operaban como corresponsales bancarios.
Casas de cambio
El dinero incautado fue entregado por la hermana del
detenido, Noraida Guevara para ser convertidos en casas de cambio en Bogotá,
para obtener un mejor provecho económico. El fiscal Cuarto Especializado de
Neiva Jairo Elbert González Rodríguez solicitó finalmente la preclusión de la
investigación en favor del joven capturado y dispuso por lo tanto el archivo
del proceso adelantado por los delitos de enriquecimiento ilícito de
particulares y lavado de activos. “No hay elemento que permita determinar, así
sea de manera indiciaria, con grado de certeza, la tipicidad de las conductas”,
explicó. “En este caso, el enriquecimiento ilícito proveniente de actividades
ilícitas, no se configuró. Tampoco pudo demostrarse el delito de lavado de
activos. En cambio, se probó el origen lícito del dinero, lo que originó la
preclusión”, confirmó el abogado Sheiber Cuenca Galindo, vocero de la defensa.
Según el Código de Procedimiento Penal, en cualquier momento, a partir de la
formulación de la imputación el fiscal podrá solicitar al juez de conocimiento
la preclusión, si no existiere mérito para acusar. “Lo único que se encontró
fue una evasión fiscal por ese dinero, no obstante en Colombia a diferencia de
otras legislaciones, la evasión fiscal no constituye delito base para el lavado
de activos”, explicó el fiscal Jairo Elbert González. En su criterio, no basta
con la situación de flagrancia para que se pueda determinar o para imputar el
delito de lavado de activos, pues se debe investigar cuál es el posible origen
de los recursos para poder probar en primer lugar el enriquecimiento ilícito de
particulares y como delito subyacente el delito de lavado de activos.
Las pruebas
“Los elementos de
prueba demostraron que el señor Guevara Meneses no es responsable ni de lavado
de activos ni de enriquecimiento ilícito, en razón a que el dinero no le
pertenecía, lo que hace que opere la preclusión a su favor como único encausado
en este asunto”, explicó Cuenca Galindo. Un informe técnico pericial contable y
fiscal firmado por la contadora Elizabeth Benjumea Salamanca, corroboró que la
empresaria en desarrollo de su actividad ha cumplido con todas las normas
establecidas en el Código de Comercio, además de que obtuvo todos sus ingresos
de manera lícita, y que por su cercanía a la frontera ecuatoriana y al
acelerado paso de migrantes ecuatorianos en el que se convirtió El Valle del
Guamuez, se vio obligada al recibo de moneda extranjera como pago de la
mercancía que vendía en sus establecimientos de comercio. Los ingresos
correspondientes al periodo fiscal de 2018 fueron debidamente declarados, según
está consignado en los formularios de IVA (formularios 300 de la Dian). En el
informe financiero se comprobó que la comerciante canceló extemporáneamente a
la Dian los impuestos por el dinero incautado. Los pagos se hicieron en los
recibos oficiales de pago de impuestos nacionales (formularios 490).
Preclusión
La propia Fiscalía pidió la preclusión. El juez la decretó
por atipicidad de las conductas. El delito de enriquecimiento ilícito de
particulares, dijo, sanciona el incremento injustificado del patrimonio propio
o ajeno, obtenido de manera directa o indirecta como consecuencia de un actuar
delictivo. “Ese incremento patrimonial producto del actuar delictivo no fue
hallado por parte de la Fiscalía, pues lo que se demostró fue que el dinero
incautado no era de propiedad de Redín Diomedes Guevara, sino de su hermana
Noraida Francisca Guevara y de su esposo”, anotó el juez. “Para el caso sería
el de enriquecimiento ilícito, no obstante, como lo indicó la fiscalía, al no
demostrarse ese enriquecimiento ilícito, tampoco resulta estructurado el lavado
de activos”, acotó el juez Víctor Hugo Rubiano Macías. “En el presente asunto,
efectivamente no existe ningún hecho indicador que apunte a demostrar que Redín
Diomedes Guevara tenga vinculación con actividades ilícitas, pues contrario a
ello el ente acusador afirmó que, al averiguar sus antecedentes, no le aparece
investigación alguna en su contra”, concluyó el juez Rubiano Macías. “Al no
haberse configurado las conductas de lavado de activos ni de enriquecimiento
ilícito, ya que no se logró demostrar incremento patrimonial injustificado ni
procedencia ilícita de las sumas de dineros detentados en flagrancia, de las
cuales se infiere la procedencia lícita, tales conductas devienen en atípicas
resultando procedente decretar la preclusión de la investigación”, concluyó el
vocero de la defensa Sheiber Cuenca Galindo. En estas condiciones el Juez del
Circuito Especializado declaró por atipicidad del hecho investigado la
preclusión del proceso, cesó con efectos de cosa juzgada y ordenó la libertad
inmediata e incondicional del Redín Guevara, detenido en el aeropuerto
‘Contador’ con 180.000 dólares que luego se robaron estando en custodia de la
Policía.
La otra cara
La comerciante admitió que no pudo viajar a Bogotá por su
embarazo y le pidió a su hermano que lo hiciera para realizar unas compras.
Ella misma le compró los pasajes aéreos en la Oficina de Satena en Pitalito.
Explicó que la venta de divisas se incrementó en esa zona fronteriza
especialmente con ciudadanos procedentes del Ecuador “Posterior a los diálogos
de paz y la dejación de armas de las Farc, se permitió que el orden público se
normalizara y habitantes del vecino país llegaban consuetudinariamente a
realizar compras en el municipio. Al inicio ellos traían la moneda en pesos
porque la cambiaban en la zona de frontera”, explicó. “Era una novedad empezar
a recibir dólares por las ventas, pero ya después de activarse de manera
progresiva el comercio, nos fuimos familiarizando con la moneda y empezamos a
vender en dólares”, relató la comerciante. “A los establecimientos de comercio
llegaban ecuatorianos a comprar en dólares, pues les salía más económico,
indicando que los bancos en Putumayo no reciben dólares, por lo que les tocaba
buscar lugares donde los recibieran para poderlos cambiar a una buena tasa”,
confirmó Elverth Eduardo Guevara administrador de las tiendas Terremoto CyG.
Ecuador adoptó oficialmente el dólar como moneda nacional el 9 de enero de 2000
después de la peor crisis económica de su historia. En medio de un clima de
aguda polarización política que provocó la caída de varios gobiernos, el
entonces presidente Jamil Mahuad tomó la medida monetaria más radical: acabó
con su moneda, el sucre, y dolarizó su economía hace 21 años. Los comerciantes
comenzaron a recibir dólares en el 2012, aprovechando que los ecuatorianos
salían a comprar con dólares. Ese mercado se extendió hasta Pitalito, donde
existen actualmente colonias de comerciantes ecuatorianos. “En ese tiempo
empezamos a recibir dólares en los almacenes. Posteriormente se fue presentando
un problema con la tasa de cambio, porque los recibían en un precio bajo y al
cambiarlo se perdía dinero porque en el pueblo no existían agencias cambiarias
y entonces tocaba ir a cambiar a Ecuador y ahí era donde se perdía plata.
Además algunos proveedores no recibían pagos en dólares”, relató.
“Aprovechábamos los viajes a Bogotá para traer surtido y llevábamos los dólares
que habían en caja para cambiarlos en Bogotá donde era muchísimo mejor el pago
por el dólar que en la frontera con Ecuador”. Según el relato, la comerciante
se encargó de reunir todo el dinero durante el año 2018. Durante este tiempo
logró reunir esa suma en billetes de cien dólares “para poder efectuar el
cambio a mejor precio, y poder tenerlo como un buen ahorro para iniciar otro
proyecto comercial”. Entre los proyectos figuraba la construcción de un hotel
de cinco pisos. Uriel Ramírez Giraldo, esposo de Noraida Guevara, reportó que
en octubre de 2015 solicitaron a la Dian la inscripción para el manejo de
divisas.
Tomado de: La nación
Investigación: Ricardo Areiza