Una mujer entró a un almacén de cadena, se dirigió toda hasta
la sección de licores y tomó cientos de botellas de los estantes, empezó a
arrojarlas al suelo, rompiéndolas y esparciendo las bebidas derramadas por la
tienda.
Un testigo del hecho dijo: “Minutos después de caminar por el
pasillo, el piso había desaparecido bajo una alfombra de vidrios rotos y
enormes charcos de licor”.
En medio del hecho, la mujer se resbaló y cayó al suelo,
cortándose su mano derecha. Luego un policía llegó y sacó a la mujer del
supermercado.
Según las autoridades locales, la mujer fue identificada como
Barbara Stange-Alvarez, de 36 años de edad, la cual causó daños estimados en 13
mil dólares.
La mujer, según compadeció ante un tribunal y ante los
doctores, provocó el ataque de ira en medio de una diatriba racista y un
trastorno psicológico y mental que sufre:
“Ustedes, indios. Pago mis impuestos para que estés en este país. Vuelve a tu propio país, odio a los indios”, expresó la mujer al personal médico, confesando que pateó a un guardia de seguridad al que le dijo los insultos racistas. El hecho ocurrió en Stevenage, Inglaterra.