En un aparente caso de intolerancia, un joven estudiante, con
17 años de edad, fue asesinado a las afueras de un colegio en el norte de
Bogotá. Los hechos ocurrieron durante la tarde del lunes en cercanías al
colegio Álvaro Gómez Hurtado, ubicado en el sector Aures 2 en Suba.
El joven y sus padres de familia asistían a una entrega de
boletines. Según testigos, el alumno se había quedado afuera del colegio
mientras sus padres recibían la boleta de calificaciones.
El estudiante Yolman Rolando Cruz salió del plantel educativo y afuera lo estaba esperando un excompañero con el que había tenido inconvenientes cuando estudiaban, según Andrés Segura, comandante de la Policía de Suba, “el menor que fue asesinado tenía una rencilla con este otro muchacho desde el año pasado y se encontraron a la salida del colegio, tuvieron una discusión y fue así como le propinó un puño en el pecho al homicida y él sacó una navaja y lo apuñaló”.
Aunque la víctima fue trasladada a un hospital del sector en
una patrulla de la Policía, los esfuerzos del personal médico para salvarlo
fueron insuficientes, el joven falleció.
Sobre su victimario se conoció que se trata de un joven de 18
años de edad, de nacionalidad venezolana, que ya no estudiaba en el colegio
Álvaro Gómez Hurtado, pero que sí había sido compañero de Cruz y en el pasado
sostuvo varios problemas en el colegio.
Entre los detalles que entregaron las autoridades sobre el
caso, se conoció que luego de haber apuñalado a su excompañero fue capturado
por la Policía y lo dejaron a disposición de la autoridad competente.
El oficial añadió que “la madre del homicida llegó hasta el CAI conmovida por al hecho. Ellos vienen de una situación muy compleja en Venezuela. El homicida es un joven de 18 años, el fallecido de 17 y cursaba grado décimo”.
Así mismo indicó que, “cuando ocurrió el hecho, la ciudadanía
llamó a la Policía y en una rápida reacción, los cuadrantes lograron la captura
del agresor, quien fue judicializado”.
Explicó el oficial que este caso tiene dos caras de la
moneda. Por un lado está la tragedia que está viviendo la familiar del joven
asesinado y por el otro lado está la tragedia de la mamá del joven agresor,
quien se acercó al CAI llorando para conocer la barbarie que había cometido su
hijo.
“Es un hecho para el que no tengo explicación, la gente todo lo quiere solucionar a golpes, con armas blancas, ya no quieren resolver los problemas de una manera tranquila e inteligente, todo es con violencia”, dijo el oficial.