El
Gobierno radicó ayer durante la instalación del Congreso la nueva reforma
tributaria, iniciativa con la que espera recaudar $15,2 billones. Si bien el
proyecto de ley fue socializado la semana pasada, solo hasta ayer se conoce el
articulado. Y se confirma que son las empresas las que recibirán la mayor parte
de la carga del recaudo que busca la propuesta del Ejecutivo.
La
nueva reforma tributaria propone elevar la tarifa del impuesto de renta del 30
% hasta el 35 % a partir de 2022.
Además,
se propone una sobretasa de tres puntos porcentuales en el impuesto de renta
para instituciones financieras, quedando la tarifa en 38 % hasta el año 2025.
Se
estima que tan solo por estos cambios en el impuesto de renta de personas
jurídicas se logrará un recaudo de $6,7 billones.
La
reforma también propone derogar el parágrafo 1 del artículo 115 del Estatuto
Tributario, que implica que las personas jurídicas solo podrán tomar como
descuento tributario del impuesto sobre la renta el 50 % del impuesto de
industria y comercio (ICA). Actualmente ese beneficio es del 100 %.
Se
espera que al bajar del 100 al 50% del descuento del ICA se genere un recaudo
de $3,9 billones.
En
la reforma también se propone el fortalecimiento de la factura electrónica, convirtiéndola
en la principal modalidad de facturación. De hecho, “la factura de talonario o
de papel, sólo tendrá validez en los casos en que el sujeto obligado a facturar
presente inconvenientes tecnológicos que le imposibiliten facturar
electrónicamente”, indica el proyecto de ley.
En
su capítulo de la lucha contra la evasión, la reforma propone autorizar a la
Dian para establecer la facturación del impuesto sobre la renta y
complementarios. Es decir, la entidad podrá calcular por medio de sus fuentes de
información el impuesto de renta de personas jurídicas y naturales.