Luta Cruz es una cantante y compositora afrochilena que dejó
de ocular sus vellos faciales tras la pandemia y, ahora comparte su experiencia
en redes sociales y medios de comunicación con orgullo, rompiendo estereotipos
y presumiendo su barba.
Desde que decidió lucir al natural sin temor a los
comentarios de los demás, se volvió también activista por los derechos de la
mujer y de los negros.
Ahora Luta Cruz considera que su barba es parte de sí misma y
la muestra con valentía.
En una entrevista para BBC News Mundo, la cantante contó que
cuando le empezaron a salir vellos en su rostro, su mamá la llevó donde una
vecina y allá le depilaron gran parte del rostro, con cera.
“Me depilo toda la cara con cera y recuerdo que fue la
situación más dolorosa que viví. Se me hinchó la cara, se me afiebró y empecé a
preguntarme por qué tengo que someterme a esto todos los meses”, recordó en la
entrevista.
Esta práctica de depilación fue todo un martirio para ella,
pero reconoció que lo que su madre quería era protegerla porque ella era
"una niña afro en Chile y ahora, además, tenía pelos en la cara".
A sus novios no les permitía que le tocarán la cara y,
confesó que, pese a que se sometió a muchos tratamientos, entre esos el láser,
los vellos siempre volvían a aparecer.
Su dolor de cabeza por este tema se acabó con la pandemia,
pues mencionó que como empezó a quedarse en casa, decidió parar de depilarse el
rostro porque "al fin y al cabo no me iba a ver con nadie".
"A la semana ya tenía barba, nunca la había visto completa y ya no me molestaba. Entendí que al dejarme los pelos tenía una mejor calidad de vida. Empecé a aceptarme como mujer con este cuerpo peludo", aseguró.
La artista enfrentó su miedo al grabar su primer video para
redes sociales sin depilarse: "Lo vio muchísima gente y me decían de todo,
desde que no me cuidaba y por qué no iba al médico, hasta preguntarme si estaba
enferma o era trans", señaló.
Sin embargo, destacó que también hubo quienes salieron a
defenderla y expresarle su apoyo. "Pasé por muchas emociones. Primero
sentí miedo, después sentí pena, luego rabia. No entendía por qué la gente
opinaba tanto", agregó.
Poco a poco fue tomando su cambio como algo positivo y pensaba
que la gente que opinaba en realidad no sabía quién era ella.
“Desde entonces muestro que las mujeres barbudas, no solo
somos mujeres peludas, sino que también somos mujeres valientes porque hemos
pasado toda la vida a escuchar a otro opinar sobre nuestro cuerpo, a médicos
decirnos que estamos enfermas solo porque no salimos de sus estándares”, dijo
Luta para ese medio.