La paciente, fue una joven mexicana de 20 años, que nació con
microtia, un defecto raro que hace que la aurícula o parte externa del oído,
sea pequeña y malformada.
El procedimiento estuvo a cargo de 3DBio Therapeutics, una
empresa de biotecnología de Queens, que utilizó por primera vez la impresión en
3D para hacer una parte del cuerpo con las propias células de la paciente, que
recibió el trasplante con gran éxito.
El proceso de fabricación de impresión 3D creó un objeto
tridimensional sólido a partir de un modelo digital, que recibió medio gramo de
tejido cartilaginoso de la oreja deformada de la mujer y luego las células
formadoras de cartílago se aislaron del tejido restante, y se colocaron en
soluciones de crecimiento especiales.
De esta manera se logró la formación de esta oreja que parece
ser el primer ejemplo conocido de un implante impreso en 3D hecho de tejidos
vivos, y del cual se esperan los resultados del procedimiento que hasta el
momento resultó ser todo un éxito.